Lleva 30 años en el sindicato de Comercio de Luque y aún siente que ser mujer y gremialista en el interior tiene dificultades añadidas.
Jorgelina Baldoma es la secretaria general del gremio de Empleados de Comercio de Luque, en el interior de Córdoba. Hace 30 años que está en un lugar que, para otras mujeres, es nuevo. Es que a ellas no les ha resultado nada fácil llegar a ocupar cargos jerárquicos en las estructuras sindicales. Por eso, la voz de Jorgelina es más que autorizada para hablar del camino recorrido.
Este 26 de septiembre, en coincidencia con el Día del Empleado de Comercio, Baldoma pasó por los estudios de Radio Continental Córdoba y se refirió, entre otros temas, a la lucha de las mujeres para llegar a ocupar cargos dirigenciales en las estructuras de los sindicatos.
"Llevamos muchos años en esta lucha las mujeres sindicales, siempre desde puestos de administración, porque los jerárquicos eran los hombres. Pero venimos planteando, en muchas oportunidades, la temática del avance de la mujer, de su empatía desde el amor, de la contención, del rol social. Todo eso ha traído aparejado que muchas compañeras comiencen a tomar auge y a visibilizarse. Hoy en nuestro gremio, dentro de la provincia de Córdoba, somos más de 10 mujeres las directivas en diferentes localidades. Incluso estamos superando a los hombres en número. Y esto nos está dando fuerzas para superar esos estereotipos que están en toda la sociedad, en la cual los superiores nos aplacaban un poco", explicó en diálogo con Pablo Giletta, de Verdades Afiladas.
"Siempre se dijo que las mujeres somos ‘intensas’. Creo que es una característica maravillosa de la mujer. En este contexto social, el hombre lo debe tener que asimilar y acompañar", señaló después. Pero Baldoma no lo platea como una competencia de géneros, sino como "una oportunidad de unir fuerzas y miradas distintas".
"Hay que poner nuevas bases en la sociedad, donde a las mujeres se las incluya en los espacios de poder. Pero no para poner en discusión si somos más o menos que los hombres, sino para unir fuerzas y miradas distintas. La sociedad va evolucionando y nosotras, las que estamos en la quinta década, somos las madres de los millennials. Ellos son las nuevas olas en el mundo del trabajo, que son más híbridas y plantean una mayor flexibilidad. Pero siempre hay que luchar para que sea el empleado el que tenga beneficio", amplió.
Tras celebrar que una dirigente del gremio mercantil, Silvina Jurich, haya llegado a la Legislatura Provincial, Jorgelina expresó que "es muy difícil" ser sindicalista en "el interior del interior". "Son lugares donde todavía está la opresión y la mirada crítica al sindicalismo. No es tan fácil ser sindicalista, y menos si sos mujer. El menosprecio que hay hacia nosotras es muy grande. Eso hace que tengamos que gritar un poquito más. Y, a algunos, eso no les cuadra", sentenció.
También se refirió a la Reforma Laboral que lleva adelante el Gobierno Nacional y, al respecto, expresó que le resulta "muy preocupante". "Llevamos años peleando para que los empleados que están ‘en negro’ pasen a planta permanente y todo esto no nos pone en una situación muy bonita. Por el contrario, ahora el empleador es el que tiene una carta bajo la manga para hacer lo que se le canta", dijo. No obstante, también manifestó su confianza en que los gremios asumirán lo que viene como "una oportunidad" y "un desafío".