Santiago Oliva, representante de la Pastoral Social: “Nos parece que no es la forma de generar el consenso”.

En un clima de fuerte debate por el proyecto oficialista que busca prohibir a limpiavidrios y cuidacoches en la capital cordobesa, la Iglesia alzó la voz para pedir prudencia y un abordaje que no sea meramente punitivo. En Última Pregunta , Santiago Oliva, representante de la Pastoral Social , advirtió que una medida "express" ignora la realidad de millas de familias.

Oliva fue contundente al reconocer los problemas de convivencia actuales, pero marcó una distinción ética y clave social: "Sabemos que hay excesos, que hay también delitos, que hay extorsiones... pero también vemos que hay mucha gente que completa el mes" a través de esta actividad.

El riesgo del tratamiento en fin de año

Para el asesor de la Arquidiócesis, el momento elegido para tratar la ley —en los últimos días del año— atenta contra la búsqueda de soluciones profundas. "Nos parece que no es la forma de generar el consenso y el diálogo para ir encontrándole la vuelta a cosas que son tan controversiales" , aseguró Oliva, señalando que la falta de debate puede ser un "caldo de cultivo" para situaciones más violentas de quienes no tienen otra alternativa.

Un problema que no se puede "tapar"

Desde la Pastoral aclararon que no buscan negar el conflicto en las calles, sino resolverlo de manera integral, incluyendo a sectores que trabajan con adicciones y situación de calle.

"No queremos tapar... el problema hay que enfrentarlo. Como es un problema complejo, hay que escuchar a los distintos actores para ver qué hacer" , concluyó, instalando a la Legislatura a no actuar por impulso ante la presión social ya considerar la "pobreza estructural" que subyace al fenómeno de las naranjitas.

Audio