10-12-2025 | 10:09:28
| Córdoba
Luis Méndez, titular de la Cámara de Electrodomésticos de Córdoba revela que la importación derrumbó los precios hasta un 50%, pero advierte que la falta de crédito y el "modelo Menem" condenan a las fábricas nacionales.
El sector de electrodomésticos de Córdoba se encuentra en un proceso de cambio, ante la avalancha de productos importados que ingresan al mercado, una situación que está provocando un cambio estructural en el modelo de negocios.
En entrevista con Alassia es Noticia , Luis Méndez, titular de la Cámara de Electrodomésticos de Córdoba , advirtió que el fenómeno no es nuevo y que está forzando a las industrias locales a frenar su producción.
Méndez explicó que la apertura de la economía está replicando un escenario ya conocido en la historia reciente del país, donde la conveniencia de importar supera ampliamente a la de producir localmente. En sus palabras, el dirigente gremial fue tajante al explicar por qué las fábricas nacionales están cerrando para dedicarse a importar: “Ya lo vivimos en la época de Menem, cuando abrieron indiscriminadamente las importaciones, las fábricas cerraron y se dedicaron en vez de fabricar, directamente importar”.
El impacto más visible de esta liberación se refleja directamente en el bolsillo del consumidor y en la competitividad de los productos nacionales. Méndez utilizó un ejemplo concreto del rubro de línea blanca para ilustrar el fenómeno: “Antes de que se liberen las importaciones de un lavarropa automático de carga frontal, el precio era más o menos de 800.000 pesos y ahora está entre 400.000 y 500.000, o sea que estamos hablando de un 40-50% de diferencia que es muchísimo.”
A pesar del desplome de precios provocado por la importación, el sector no logra reactivar plenamente las ventas debido a la falta de financiación, ya que las altas tasas de interés anulan la posibilidad de ofrecer cuotas atractivas, volviendo al crédito escaso y caro. Por ello, la Cámara de Electrodomésticos de Córdoba enfatiza que las medidas del Gobierno deben priorizar equiparar las condiciones de competencia para que las plantas nacionales no cierren, buscando un equilibrio entre la bajada de precios para el consumidor y la supervivencia del empleo industrial local.