Equipos de la Pastoral Social de distintas diócesis del país expresaron una profunda preocupación por lo que está pasando con las denominadas “apuestas online”. La palabra del padre Munir Bracco.

Los equipos de Pastoral Social de todo el país expresaron su "profunda preocupación" por el daño social que se están ocasionando con las apuestas online.

En un comunicado firmado por 44 comisiones diocesanas y regionales, coinciden en que "se está naturalizando una conducta muy nociva para todas las personas, para la vida en comunidad y, sobre todo, para adolescentes y niños y sus familias".

Sin medias tintas, la Iglesia señaló que la legalización de juegos online logró dos cosas: primero, aumentar la riqueza de quienes manejan el negocio. Y, paralelamente, aumentar la cantidad de apostadores en general y de adictos ludópatas; sentenciando que "nunca se debió permitir".

Pero los representantes del área de Pastoral Social no se quedaron en la denuncia, sino que también avanzaron en sugerencias para reducir el efecto tremendamente nocivo de las apuestas online: campañas preventivas, prohibición absoluta de publicidad, aumento de restricciones técnicas para impedir la participación de menores, bloqueos en las escuelas, un plan de acción para atender a las víctimas de la ludopatía y que las sanciones para los que incumplan sean fuertes y de cumplimiento efectivo.

En Verdades Afiladas, dialogamos con el padre Munir Bracco, de la Pastoral Social de la arquidiócesis de Córdoba, quien señaló: “El mensaje es convertirnos en una sociedad adicta al juego. Quieren que pensemos que algo bueno va a salir de apostar”.

“Vamos deteriorando la cultura del trabajo y reemplazádola por la cultura de la timba", manifesto. 

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